
Hematóloga
Quizá ya estás anticoagulad@ con anticoagulantes antivitamina K (Sintrom®/Aldocumar®) y te plantean el cambio de anticoagulante a uno de los anticoagulantes de acción directa, ya has oído hablar de ellos o quizá no.
He visto personas que hacen lo imposible para que le cambien el anticoagulante porque a su vecino se lo han cambiado porque no necesitan controles, alguno hasta me ha dicho que le cambie a la pastilla que se “toma una vez al mes”!!!!! y no se les puede cambiar por la indicación que tienen para estar anticoagulados.
A otros que les propongo el cambio porque lo tienen indicado, te dicen “virgencita que me quede como estoy”, les da miedo.
¿Conoces cómo funcionan estos anticoagulantes?
¿Sabes si son útiles para tí?
Pradaxa® (Dabigatrán) fue autorizado en 2008, por lo que ya no son tan nuevos, los nuevos anticoagulantes tienen una acción directa y específica contra algún factor de la coagulación.
Contra el Factor IIa (Trombina) el Dabigatrán (Pradaxa®) y contra el Factor Xa Rivaroxaban (Xarelto®), Apixaban (Eliquis®) y Edoxaban (Lixiana®),Betrixaban (Bevyxxa®).
Inhiben la formación del trombo al igual que Sintrom® y Aldocumar® pero por un mecanismo distinto.
Son una alternativa a Sintrom® (Acenocumarol) y Aldocumar® (Warfarina) en las situaciones que hay indicación de anticoagular.
Por lo tanto:
Los médicos recetamos estos medicamentos para prevenir los coágulos sanguíneos en:
Nada puede prevenir completamente todos los trombos, pero estos medicamentos pueden hacer que sea menos probable que se formen.
Los médicos también recetamos anticoagulantes a las personas que ya han tenido un trombo, para evitar más problemas. Esto incluye:
Su uso no está indicado en personas con insuficiencia renal grave, enfermedad hepática grave, embarazo, síndrome antifosfolípido (APS) o prótesis valvulares cardíacas.
Puedes o no saber que el sistema de la coagulación es complejo y que lo llamamos cascada de la coagulación en la cual intervienen muchas proteínas a las que llamamos factores y cuando empieza a funcionar se van activando sucesivamente uno tras otro hasta completar la cascada y formar el trombo. Para mí una representación visual es verla como un efecto dominó.
Son anticoagulantes orales de acción directa y específica contra algún factor de coagulación.
Estos medicamentos no disuelven los trombos, pero evitan que crezcan y se trasladen a otra parte del cuerpo. Si un coágulo se mueve a un pulmón o al cerebro, puede causar serios problemas. Estos medicamentos reducen las posibilidades de que el trombo se agrande o se mueva a otra parte del cuerpo, y reducen las posibilidades de que se formen nuevos trombos.
Una ventaja importante de estos agentes es la falta de necesidad de controles frecuentes, debido a la menor variabilidad en el efecto del fármaco para una dosis dada. Sin embargo, los ACOD son caros, su vida media es corta, no son apropiados para todas las indicaciones y el cumplimiento es más difícil de controlar que con los antagonistas de la vitamina K (Sintrom® o Aldocumar®)
Es recomendable realizar seguimiento para valorar al menos:
• Adherencia (los pacientes con mala adherencia deberían seguir con AVK)
• Función renal, hepática y coagulación.
• Complicaciones y dudas que puedan surgir
Al menos 3 veces el primer año (en los primeros meses, a los 6 y 12 meses)
y luego una vez al año y cuántas veces más se considere necesario,
por ejemplo, si se observa alteración de la función renal.
Ya sabes los aspectos básicos de los anticoagulantes de acción directa. ¿Cuál es tu situación?
Soy Médico, especialista en Hematología.
De toda mi carrera profesional llevo al menos 20 años tratando personas anticoaguladas.
Entre otras sociedades, pertenezco a la Sociedad española de Trombosis y Hemostasia.